Ya estamos en otoño y aunque está siendo un otoño caluroso es poca la gente que va aún a la playa pero por contradictorio que parezca, es cuando más me gusta ir a mi. La playa se convierte en un remanso de paz. Quedan muy lejos las aglomeraciones del verano e incluso es posible encontrar alguna concha, cosa que en verano prácticamente sólo se encuentra en las tiendas de souvenirs.
Ahora tengo el piececito de mi sobrino en una de las puertas de uno de los muebles del comedor y me encanta ver esos dedillos de bebé todos encogiditos hacia dentro.
Esta vez cazamos nuestras propias huellas pero también es muy divertido intentar ir de excursión a cazar huellas de animales.
Una idea muy original y divertida para hacer con los niños, ¡ME GUSTA!
Besitos
Qué buena idea!
Que momentos mas bonitos vivisteis en el proceso, y además se han convertido en recuerdos útiles. Gracias por compartir
A mi también me ha gustado…fosilizar las huellas puede ser un regalo maravilloso. Feliz viernes
que genial lo de cazar huellas de animales!!! (la mermelada de brevas riquísima:)
Me parece una actividad muy bonita.
Un abrazo
Quina bona idea!
Qué idea tan buena! Me ha encantado! Saludos.
Es increíble, como se te ocurren tantas cosas!? Me encanta!!