No os creáis que es tarea fácil. Primero un adulto corta la parte superior y luego los niños sacan todas las pepitas con una cuchara. Cuando está bien limpia, sacamos toda la carne de la calabaza (nosotros usamos un instrumento de acero inoxidable de esos de hacer bolitas) y dibujamos la cara de la calabaza. Después, el adulto (o niño suficientemente mayor) corta la cara y por último encendemos una vela dentro.
Como ya he dicho, soy un poco reacia a implantar Halloween en casa pero no porque no me guste importar tradiciones (comemos pancakes con maple syrup y marshmallows a la brasa…) sino porque ésta tradición concretamente desplaza la que teníamos…
Aún así, a los niños les gusta mucho y nos permite experimentar con el miedo así que ahora por Todos los Santos tenemos el doble de faena. ¡No hay mal que por bien no venga!
si la gent s’informés dels origens del halloween suposo que no el celebrarien. Al meu pare també m’explica que quan ell era petit aprofitaven les carbasses de l’hort per fer por als veins
Yo todavía puedo evitar la celebración, en principio no me gusta… pero supongo que cuando el peque sea más mayor no me tocará otro remedio y le miraré el lado positivo, me gusta esta actitud!! Besos.