Muchos me preguntáis cómo educo a mis hijos en casa y cómo me organizo. Hace un tiempo ya escribí sobre las diferentes opciones de homeschooling y sobre mis trucos de crianza así que hoy voy a explicarte qué es y qué no es el Unschooling (la opción que nosotros escogimos).
Para poneros en contexto (sobretodo a los que acabáis de encontrarme), nos presento de nuevo brevemente. Como para muchos, la ma(pa)ternidad es para nosotros un constante (auto)descubrimiento. Hemos ido aprendiendo a base de errar, reflexionar y decidir solo y para nosotros. No creo en soluciones que sirvan para todo el mundo, creo que cada familia es diferente y debe encontrar su propio camino. Nosotros somos una familia catalana con cuatro hijos de ahora 4, 7, 9 y 13 años. Hace 4 años que vivimos en Escocia pero antes, en Catalunya, nuestros dos hijos mayores fueron al colegio y, el tercero, un tiempo a la guardería. Hemos vivido en diferentes lugares y hemos probado todo tipo de proyectos educativos, desde escuelas públicas a escuelas libres. Como he dicho, hemos avanzado a base de prueba y error. Aquí en Escocia nuestros dos hijos mayores también fueron al colegio durante una temporada pero después de mucho sufrir, entendimos que nuestro camino no pasaba por las aulas y emprendimos la vía del homeschooling, en nuestro caso, como ya os he dicho, el unschooling.

Voy a empezar por desmentir algunos de los mitos a cerca del homeschooling. Aquellas preguntas que me hacen absolutamente cada vez que sale el tema…

1# Los niños educados en casa no tienen oportunidad para socializar

Aquí me gustaría que reflexionaras sobre qué entendemos por socializar. Desde mi punto de vista, para socializar hace falta estar en contacto con la sociedad, con todos sus componentes, no solo con niños que han nacido el mismo año que tu. Para mi, las interacciones que se dan en el colegio no son representativas de sociedad. De 20 a 30 niños en un aula durante 4-6 horas al día. Sin opción. Sin salida. Creo que tendemos a idealizar la situación y convencernos de que es necesaria para que nuestros hijos tengan amigos y así justificar nuestras decisiones. En el mundo real escogemos nuestras amistades según compartamos o no unos mismos intereses. En el colegio a menudo las amistades se forjan por conveniencia o necesidad.
También es importante que entendamos que una de las finalidades de socializar es el desarrollar habilidades sociales, que nada tiene que ver con tener muchos o pocos amigos. Hay gente introvertida con pocos amigos y unas habilidades sociales magníficas y hay gente extrovertida, con todos los amigos del mundo y unas habilidades sociales de pena. Y, de nuevo, para desarrollar habilidades sociales no hay nada mejor como interactuar con el mundo real. El unschooling no consiste en quedarse todo el día en casa, no. Consiste precisamente en vivir la vida y ser parte de la sociedad que nos rodea.
Una de las grandes ventajas del homeschooling es que uno tiene realmente el tiempo a su disposición para gestionarlo como mejor convenga. Si como madre considero que a mis hijos les iría bien tener más amigos, busco las oportunidades para que esto suceda pero son ellos los que deciden con quien se sienten a gusto y con quien no. Nosotros nos reunimos una vez a la semana con otras familias homeschoolers, al menos un día a la semana hacemos sesión de bosquescuelas, pasamos muchas tardes de parque con niños escolarizados o no, cuando nos interesan, nos apuntamos a actividades organizadas por la red de familias homeschoolers de Edimburgo, hacemos todo tipo de extraescolares y organizamos play dates (amiguitos vienen a jugar a casa o vamos a la suya) y sleep overs (lo mismo pero quedándose a dormir) de forma regular (¡a veces demasiado regular!). Mis hijos no solo tienen amigos, también conocen a los dependientes del supermercado, a los trabajadores del centro médico, al cartero… porque tienen la oportunidad de interactuar con ellos a diario. Puedo aseguraros que mis hijos se desarrollan con naturalidad en el mundo que les rodea.

La última fiesta de cumpleaños de Lluc estuvo rodeado de sus amigos y de sus primos y juntos crearon recuerdos de los que no se olvidan.

2# Los niños unschoolers crecen sin reglas, sin límites, sin estructura y haciendo todo lo que quieren sin que se les diga nunca no.

Este es el error más común, el confundir libertad con libertinaje. Personalmente prefiero utilizar el término autonomía en lugar de libertad, precisamente para evitar confusiones.
Los límites están ahí de forma natural: si cruzo la carretera sin mirar, puede que me atropellen, si meto los dedos en un enchufe, puedo electrocutarme, si molesto a un amigo, puede que no quiera volver a jugar conmigo. Lo que yo intento reducir son los límites arbitrarios. Muchos viven muy arraigados en mi, a veces es difícil morderse la lengua cuando tu hija de 4 años sale a la calle con la camisa del revés, pero cuando ponemos nuestra necesidad de control por delante, les estamos robando momentos de aprendizaje a nuestros hijos. Mi idea es que mis hijos sean autónomos y sepan valerse por sí mismos en TODOS los sentidos. Está claro que un bebé de pocos meses no tiene el nivel de desarrollo necesario para entender que no debe meter los dedos en el enchufe. Por ello, inicialmente intentaremos evitar las situaciones de riesgo que nuestros hijos no sean capaces de manejar (taparemos los enchufes con protecciones) pero aún así, hablaremos de ello para que, llegados al punto de desarrollo adecuado, podamos empezar a exponerles.
Debemos intentar entender las limitaciones de cada uno de nuestros hijos y ofrecerles un nivel de reto adecuado a su madurez. Esto no sirve únicamente para preparar actividades educativas, esto se aplica en todos los campos, incluidos los límites o los convencionalismos sociales.
Siento que vivir anclados en el control es vivir en la carencia. Cuando una entiende que no hace falta decir no todo el rato, que puede decir sí (o no decir nada), una pasa a vivir en un ambiente de abundancia que tiene grandes efectos a muchos niveles. Mis hijos no son inadaptados sociales que no pueden comportarse. Mis hijos son niños y precisamente por respetar sus necesidades de niño, son capaces de vivir en el respeto y, desde muy temprano, son capaces de obedecer. No porque yo sea la autoridad/quien tiene el control, sino porque respetan mi conocimiento igual que yo les respeto a ellos. Al darles opción desde el primer momento, al dejarles escoger, al trabajar en su independencia y su capacidad de tomar decisiones, les estoy ayudando a desarrollar su voluntad. Con voluntad entendida como la capacidad de dirigir sus acciones. Para mi, la obediencia basada en el miedo (a un castigo, a la retirada de nuestro amor), no es obediencia, es miedo a secas. Para mi la obediencia es cuando uno antepone sus necesidades a los de otra persona por decisión propia, por respeto hacia ésta y/o entendimiento. Hace unos años escribí sobre cómo vivimos en casa sin reglas, con principios, te invito a repasar el artículo.

EN CASA NO HAY REGLAS, HAY PRINCIPIOS

Respeto a la estructura, nuestros días tienen estructura. Tienen noche y día. Nuestras semanas tienen lunes, martes, miércoles… Nuestros años tienen otoño, invierno, primavera y verano. Nuestra casa tiene su orden: la biblioteca de libros de no ficción, la zona de juego desestructurado, el armario de juegos de mesa, la estantería de materiales para matemáticas, la cajonera de materiales artísticos… Estamos rodeados de orden y estructura. No necesitamos un horario que nos defina qué hacer cada hora para sentirlo. Tenemos pequeñas rutinas también, solo que nosotros las vivimos como rituales y, sobretodo Lluc, agradece de antemano saber todo lo que va a pasar. Tenemos un calendario  y cada noche hacemos revisión de lo que haremos el día siguiente.
 

3# Educar en casa es caro. Sólo la clase media-alta puede hacerlo.

Es cierto que para poder hacer homeschooling se necesita que alguien (generalmente el padre y/o la madre) acompañe a los niños durante todo el día y ello implica a menudo que alguien no trabaje pero sinceramente, para mi lo caro es creer que tenemos un montón de necesidades materiales que en realidad no tenemos.
Se puede analizar desde un punto de vista práctico. ¿Qué gastos dejarían de existir si tus hijos no fueran a la escuela/jardín de infancia? Mensualidades, comedores, libros, ampa, uniformes, canguros, extraescolares para cubrir horas en que toca trabajar… Si tienes una familia numerosa (como es nuestro caso) puede que rápidamente sumes un sueldo pero al final, cuando uno escoge hacer homeschooling/unschooling no lo escoge por ahorrar, lo escoge porque siente que es lo mejor para sus hijos en un momento dado.
Por otro lado, ¿cuánto pagarías por vivir de una forma que sientas más auténtica, más alineada con tu sentir? A veces intentamos encontrar la escuela perfecta, incluso cambiamos de ciudad y de trabajo para ello. Pocas veces contemplamos la opción de no pagar mejores escuelas sino cobrar un sueldo menos y vivir de otra forma. Os garantizo que aunque con menos dinero que cuando ambos trabajábamos, ahora nuestra vida es mucho más rica.
Cierto es también que para poder vivir como lo estamos haciendo, hemos tenido que hacer lo que comúnmente llamaríamos renuncias. Con la llegada de nuestro tercer hijo, nosotros nos habíamos comprado una casa en el campo en Catalunya. Era nuestro hogar y queríamos que nuestros hijos crecieran ahí, rodeados por nuestra familia y nuestros amigos. Para poder tener algo de estabilidad laboral, acabamos en Escocia y aunque es cierto que echamos de menos nuestra familia y nuestra cultura, no lo vivimos como una renuncia sino como una elección. Una elección que hemos tomado porque sentíamos que era lo mejor para nosotros. Aunque ello implique tener menos dinero en la cuenta corriente. Recuerda que según la RAE:
necesidad
f. Carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida
Al final, todo lo que necesitas ya lo tienes, estás aquí leyéndome, respirando, viva. Tienes todo lo que necesitas.
Dicho esto, añadir que las mejores cosas en la vida son gratis y con un poco de investigación e ingenio uno puede encontrar un montón de recursos gratuitos para enriquecer sus días.

Cutre-selfie con mi madre, mi hermana y mis sobrinos. Este verano estuvimos descubriendo muchos rincones (¡gratuitos!) al rededor del lugar dónde vive mi hermana.

4# El mundo real es injusto/duro/despiadado. El unschooling es educar en una burbuja.

Éste es otro tópico que me dicen a menudo. El mundo real es malo y te trata a patadas… Estás sobreprotegiendo a tus hijos y el día de mañana la vida les dará el gran bofetón. Y yo respondo que puede. Si. Puede que el día de mañana mis hijos tengan que pasar por momentos difíciles, por situaciones complicadas, por ello para mi es crucial que puedan desarrollar todo su potencial. Cuando lleguen a adultos, espero que en su caja de herramientas lleven todo tipo de estrategias que les serán de ayuda para enfrentarse a los problemas. Llevarán toda la vida haciéndolo a un nivel adecuado a sus posibilidades. Tendrán capacidad de decisión pues habrán practicado la toma de responsabilidades toda su vida. En fin, no tengo duda de que serán personas competentes.
Para mi no tiene sentido pensar que deban sufrir ahora porque luego la vida les hará sufrir. La vida no debería ser un sufrimiento, para nadie. Tenemos suerte de vivir en el primer mundo, no nos encontramos en medio de un conflicto bélico, somos afortunados aún teniendo en cuenta nuestros peores momentos. Para mi no tiene sentido pensar que hacer sufrir a mis hijos ahora les haga ser mejores personas el día de mañana.
 

5# Si hiciera unschooling con mis hijos, se pasarían el día mirando la tele sin hacer nada.

Los cambios no pueden hacerse de forma radical. Incluso el mejor de los coches de carreras necesita unos segundos para acelerar de 0 a 100 km/h. Todo debe hacerse de forma gradual y cuando uno toma la decisión de desescolarizar a sus hijos, primero debe pasar por un proceso de desescolarización (os hablo de ello aquí). Los primeros que debemos desescolarizarnos somos los adultos, debemos cambiar nuestra mirada si queremos hacer cambio alguno. Y no hace falta sacar a nuestros hijos del colegio para hacerlo. Podemos empezar ahora mismo. Podemos empezar, por ejemplo, entendiendo lo que llamamos mal comportamiento o trabajando la resolución de conflictos.

Descifrando el mal comportamiento de nuestros hijos

Cuando el enemigo está dentro de casa. Cómo educar sin gritos. Resolución de conflictos en 4 pasos

Cuando alguien está indeciso siempre les digo que se den un año sabático/de prueba. ¿Que es lo peor que puede pasar? ¿Que pierdan un año? ¿Que es un año cuando tienes 30, 40, 80..? Mucha gente pierde un año (o varios) por circunstancias que no pueden controlar y, ¿sabes que? que no se acaba el mundo. Al principio serán como unas vacaciones y sí, puede que tu hijo quiera pasarse el día frente a la televisión, pero poco a poco las cosas irán cambiando. Más rápido que despacio si le ofreces alternativas que le parezcan atractivas. Debemos respetar que pueda que nuestros hijos estén muy al límite y no den para nada más que para quedarse sentados en el sofá. Esto nos pasa también a los adultos a veces… sobretodo cuando no hemos estado escuchando nuestras necesidades y hemos estado muy desconectados de nosotros mismos. Pero todo pasa y cuando el niño entienda que DE VERDAD ahora las cosas van de otra forma, que ya no hay que correr por las mañanas para llegar al cole, que ya no hay que vivir con prisas, todo tomará otro ritmo.
Es cierto que las nuevas tecnologías pueden ser muy adictivas pero no lo son sólo para los niños, también lo son para los adultos. Yo las uso como indicador de peligro, cuando alguno de mis hijos empieza a tener problemas para soltar la tele o la tablet me lo tomo como una señal de alarma. Se enciende la luz roja y empiezo a revisar qué puede estar fallando. Generalmente se resuelve fácilmente dándoles algo más de presencia extra y potenciando sus intereses del momento.
Cómo ves, antes de sacar a tus hijos del colegio puedes empezar por desescolarizar tu mente y hacer limpieza de todas aquellas creencias que te impiden ser la madre que quieres ser para tus hijos. Puedes empezar a practicar el unschooling mucho antes de sacar a tus hijos de la escuela.
En fin, hace falta un cambio de mirada para entender mi forma de criar (que comparto con muchísimas más personas). Razones para educar en casa hay muchas, tantas como familias homeschoolers. En nuestro caso, creemos en la necesidad de ofrecer a nuestros hijos una formación integral en un ambiente sano, bañado por el respeto, en un ambiente lleno de oportunidades. Finalmente, optamos por educarlos en casa, sin pasar por la escuela. No me malinterpretéis, TODAS LAS FAMILIAS EDUCAN EN CASA, y fuera de ella, y en todas partes. Con y sin cole, todas las familias educamos. Simplemente prefiero usar el término “Educación en Casa” en lugar de “Escuela en Casa” porque en nuestro caso, no recreamos el ambiente escolar en casa. En nuestro caso, no seguimos un horario, ni un currículum, ni hay hora de matemáticas, ni hora de lengua. En nuestro caso, no separamos aprendizaje de vida y seguimos los intereses de nuestros hijos. Y me diréis:

Muy bonito, ¿pero tus hijos cómo aprenden a leer/escribir/sumar/restar/etc…?

El quid de la cuestión es hacer una revisión profunda sobre cómo crees que los niños aprenden, sobre qué papel puede jugar la motivación intrínseca, la curiosidad, el modelaje y la experiencia en el desarrollo de tus hijos. Puede que compartas mi opinión pero puede que no, no importa, lo importante es que entiendas cuáles son tus bases para poder realmente seguirlas. Para entender cuál puede ser tu camino.
En mi caso, creo que los aprendizajes que realmente penetran, son aquellos que tienen un contexto y que van acompañados por la motivación intrínseca de mis hijos. Creo que la vida les ofrece constantemente oportunidades para crecer y aprender (no solo a ellos, ¡también a mi!) y creo en la necesidad de tener una buena inteligencia emocional. Para mi es una herramienta tan básica como la lectoescritura y las matemáticas. Otro punto importante: también creo profundamente en la necesidad de juego libre. Pero me diréis:

¿Cómo van a aprender tus hijos jugando solamente? Eso no es posible… ¿o si?

Conocéis la cita de Einstein, ¿verdad? Aquella que dice que el juego es la forma más elevada de investigación. Para mi, el juego es el motor del aprendizaje, nos permite experimentar en todos los campos, desde el autoconocimiento y el autocontrol a la exploración de los roles sociales. Pero el juego puede ser también algo más que actividad, cuando el niño fluye, el juego se convierte en una actitud, el niño se lo pasa bien aprendiendo, disfruta saciando su curiosidad.
Dicho esto, poneros un ejemplo práctico sobre la necesidad de cambiar de perspectiva para entender el unschooling. En nuestra vida no hay dos días iguales pero os voy a describir uno cualquiera. Primero desde un punto de vista, llamémosle tradicional. Luego desde MI punto de vista.

Un día visto de forma tracidional

Es martes y en casa no suena el despertador. Cada cual se levanta cuando se lo pide el cuerpo. Heura se levanta sobre las 7. Al poco, Lluc y Teia la siguen. Papá y mamá se unen al cabo de un rato, Eudald aún duerme. Los padres desayunan y luego uno se va a la ducha y la otra a sus cosas. Los niños juegan. Luego el padre se va al trabajo y el resto se van al dentista porque el hijo mayor tiene revisión. Comen algo en la ciudad, al salir del dentista. Luego vuelven a casa y los niños siguen jugando hasta que la madre se sienta a leer y los pequeños se le van uniendo. La más pequeña se echa una siesta. Después, al llegar el padre de trabajar, juegan con él y luego empiezan los preparativos de la cena. Al acabar de cenar el padre acompaña los más pequeños a la cama y se queda con ellos hasta que se duermen.
 

Visto así, se podría pensar que los niños no han hecho/aprendido nada hoy pero ahora os explico cómo lo veo yo.
Un día desde mi punto de vista

Mis hijos más pequeños (4, 7 y 9 años) se han levantando solos y se han preparado el desayuno (aquí es crucial que la casa esté organizada para facilitarles su autonomía al máximo, os recomiendo la entrada de Bei) . A veces alguno de ellos necesita ayuda y los hermanos se la ofrecen sin problema. Si se vuelca un bol de leche, lo recogen. Si la pequeña tiene problemas para hacerse unas tostadas, la hermana mayor le echa una mano y le alcanza unas pinzas para poder sacarlas de la tostadora. No solo están trabajando su motricidad fina y la coordinación ojo-mano al verter líquidos, untar tostadas, cortar fruta… también están trabajando en equipo. Se conocen muy bien y saben dónde están sus límites y los de sus hermanos. Esta es una tarea de observación increíble.
Cuando yo bajo, les pregunto si necesitan que les prepare algo. Algunos días ya están servidos con lo que se han preparado, otros me piden que les prepare algo más. Así, aprenden a escuchar su cuerpo. Si quedan platos en la mesa, cuando yo acabo les pido que me ayuden a recogerlos. Si están enfrascados en algo muy interesante, me lo dicen y los recojo yo igual que si un día se da al contrario, ellos no tienen problema en hacer algo por mi. Para mi lo importante no es que hagan sus tareas o que cumplan con  una lista específica de responsabilidades. Para mi lo importante es que lo hagan porque les sale de dentro. Como adulta, durante mucho tiempo he vivido las responsabilidades como una carga muy pesada, algo que debo hacer, y creo que se debe en parte a este sentimiento de no tener opción. Cuando te das cuenta de que siempre hay opciones, cambia la forma en que afrontas la vida. Convivir 6 personas bajo un mismo techo, no siempre es fácil. Todos tenemos diferentes estándares de orden y limpieza con los que nos sentimos cómodos. En este sentido, si YO necesito la mesa recogida (para poder usarla luego en nuestras actividades), lo hablo con mis hijos, les explico mi situación y llegamos a acuerdos de forma conjunta. Ellos forman parte de la toma de decisiones.
Con mi hijo mayor tenemos que ir al hospital (en Edimburgo, 60 min de coche más un buen rato para aparcar) de forma regular. Voy con los 4 niños. Siempre se llevan revistas o libros para entretenerse mientras visitan a Eudald (al menos media hora de lectura asegurada). Suelen ser visitas largas pero todo es un aprendizaje. En el hospital toca ser paciente y estar calmado y en silencio. En casa no hay reglas, hay principios, pero el ambiente de respeto ayuda a que sea más fácil el entender las normas y el respetarlas.
Al salir del dentista, hace bueno (no llueve) y decidimos comprar algo para comer en el parque. Vamos al supermercado y escogemos la comida. Toca ponerse de acuerdo en qué comprar y no siempre es fácil (trabajamos la cooperación, el diálogo, la resolución de conflictos). Tenemos un presupuesto y tenemos que comprar una comida equilibrada para los 5. Ellos discuten, hacen cuentas y cálculos, buscan, deciden y compran (matemáticas aplicadas, aprenden a vivir e integrarse en la sociedad que les rodea, a interactuar con otras personas como el dependiente del super…). Siempre compran kilos de fruta y verdura cruda simplemente porque les gusta. También les gusta comer una bolsa de patatas cuando hacemos picnics improvisados. De nuevo, para mi es una cuestión de equilibrio. No me gustaría que comieran una bolsa de patatas fritas a diario pero no tengo problema en que lo hagan de vez en cuando.
Después de comprar la comida, vamos hacia el parque y ellos me ayudan a preparar lo que haga falta. Siempre llevamos una pequeña navaja encima, toallitas para lavarnos las manos… aún al aire libre, pensamos en la higiene. Ellos cortan, pelan y lo que haga falta y del picnic pasamos a disfrutar de un rato de juego libre (de nuevo motricidad, coordinación, seguridad y gestión de riesgos).
De vuelta a casa, yo aprovecho para hacer algunas tareas del hogar (¡con 6 personas en casa, las lavadoras son un no parar!) mientras los niños juegan. A veces, si me ven tendiendo, se unen (sobretodo los más pequeños, siempre les encanta tender), otras veces juegan a juegos desestructurados o se van hacia la mesa del comedor a jugar a algún juego de mesa. Ambos tipos de juego son muy importantes y nos ofrecen diferentes tipos de aprendizaje. Cuando siento que en casa reina la calma, me siento en el sofá libro en mano. Como si de un imán se tratara, los niños sienten una gran atracción y vienen hacia mi libro en mano. A veces leemos juntos, otras veces se leen los unos a los otros, otros lo hacen de forma individual. Leen en inglés, español y catalán (excepto la pequeña). Muchas veces, a partir de la lectura surge un hilo del que tirar. Alguien tiene una pregunta y necesitamos encontrar una respuesta. Mi tarea es acompañarlos en la búsqueda de la respuesta más que dársela directamente. ¿Cómo funcionan los remolinos? Buscamos en nuestra pequeña biblioteca de libros de referencia (no ficción), miramos vídeos en Youtube… y los niños deciden hacer pequeños libros sobre los tornados. Siempre tengo preparados libros en blanco (4-8 folios doblados por la mitad y grapados/cosidos, con una tapa de color) para que puedan escribir, dibujar, pegar recortes o lo que les parezca. Es una herramienta muy simple que a mis hijos les gusta mucho. Al principio, cuando los veía enfrascados en un tema específico, les preguntaba si querían hacer un libro sobre el tema. Ahora los hacen sin que pregunte porque al acabarlos siempre se sienten muy orgullosos y luego pueden enseñárselo a papá cuando llega de trabajar. Como veis, en el unschooling también hay lugar para al acompañamiento y la motivación constructiva (que nada tiene que ver con el refuerzo positivo).
Cuando llega papá, es momento de juego y reencuentro. Una pequeña fiesta y un diluvio de vocecillas resumiendo el día y explicándole todo lo que han hecho/descubierto/aprendido (descripción, resumen, síntesis…). ¡O no! a veces están inmersos en su juego que tardan media hora en darse cuenta de que ha llegado su padre. El se encarga normalmente de hacer la cena y los niños le ayudan a menudo. Las cenas son nuestro momento de reunión. Para acostarnos, al menos uno de los adultos se va a la cama con los niños y, generalmente, después de la lectura de tropocientos cuentos, ya no se levanta. Esto (que el que acompaña a los peques se queda frito) es algo que estamos intentando cambiar para poder pasar tiempo en pareja y para poder pasar tiempo con nuestro hijo mayor, que se acuesta más tarde por su cuenta. A veces, alguno de nuestros hijos no quiere subir a dormir porque está haciendo algo interesante. No pasa nada, sube cuando acaba y si pilla aún algún cuento bien pero si no, también. También nos pasa a veces que alguno de ellos está tan cansado que no llega a la cama y se duerme en el sofá mientras los hermanos aún están lavando dientes y haciendo pipís.

Con todo esto pretendo explicaros que las actividades cotidianas son una oportunidad de aprendizaje y que no hace falta planificar cada minuto de nuestras vidas para que nuestros hijos se desarrollen de forma integral. Hace falta estar atentos, ser flexibles y usar nuestra caja de recursos para improvisar en función del momento. Lo importante para poder acompañar el desarrollo de los más pequeños es el conocerlos bien. El saber qué les gusta, qué les incomoda, qué despierta su curiosidad. La observación (junto a la reflexión) es una de nuestras mejores herramientas. La observación nos permite ofrecer a nuestros hijos aquello que les hará dar un pasito más. La reflexión nos sirve para evaluar si nuestras acciones han dado el resultado esperado o si es necesario seguir otro camino.
Una vez identificamos los intereses que el niño tenga en un momento determinado, es tiempo para la improvisación. Como madre, puedo tener montones de libros, un armario lleno de materiales artísticos, estanterías repletas de materiales de soporte para las matemáticas o la lectoescritura, tableros de Pinterest llenos de ideas… pero cuando uno de mis hijos empezó a mostrar interés por tocar el piano, tuve que improvisar. Yo no se tocar el piano y mis conocimientos musicales son limitados. Pero no pasa nada, siempre es posible encontrar herramientas que nos ayuden y, sobretodo, siempre podemos recurrir a otra gente que sí tenga algo que ofrecer a nuestros hijos. En este caso en concreto, mi hijo empezó a aprender a tocar el piano con un curso online gratuito (Hoffman Academy) y una de sus hermanas, al verlo, se apuntó también. Además, junto a otras familias unschoolers, organizamos un ciclo de clases de música en una escuela de música local. Ahora mis hijos quieren que creemos un pequeño grupo de cabezudos para acercar las tradiciones catalanas a la gente de Escocia y para Reyes, nos hemos pedido unas grallas. Como tenemos tíos músicos, les vamos a pedir que nos enseñen a tocarla vía Skype.

Mis hijos han probado muchísimas actividades: clubs de ajedrez, clubs de programación, danzas escocesas, ballet, judo, taekwondo, scouts, teatro, natación, fútbol, sesiones de bosquescuela… Algunas las han probado durante unas sesiones, otras hace ya años que duran. Para mi es importante que puedan probar y encontrar qué les gusta. También es importante no sobrecargar nuestras agendas.
Y no quiero terminar por hoy sin recordar que aprendemos mediante la imitación y el modelaje así que antes de poner el foco en nuestros hijos, pongámoslo en nosotras mismas y empecemos a actuar pensando en nuestras metas a largo plazo. Y, sobretodo, sobretodo, no estamos solas. Como se dice, hace falta un pueblo entero para criar un niño y, por mucho que te lo pueda parecer, no estás sola. Siempre es posible y necesario encontrar una red de soporte.

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30 Comentarios

  1. Cristina Vilà

    Qué genial es leerte!!!
    Mi pequeña tiene 26 meses y me estoy planteanado el unscooling aunque me está costando que los altos muros ( económicos, de no saber por dónde empezar, sociales y estructurales al vivir en la ciudad) me permitan lanzarme a hacerlo ya que el tema de escuelas no me convence aún y siendo yo maestra de infantil. También me asusta que en este país no esté permitido y cómo eso podría pasarle factura el día de mañana, aunque opino que no es necesario planificar actividades ni fichas ni nada para que aprendamos con el mundo que nos rodea y a la vista está que ella está por las mañanas con los abuelos y por las tardes conmigo.
    No sé si podrias «guiarme».
    Infinitas gracias!!!

    Responder
    • Nitdia

      Hola Cristina, estamos hablando ya por email pero desde aquí te digo también que sí, es cierto que el homeschooling está en una zona gris en Catalunya. Pero también es cierto que hay muchísimas personas haciéndolo y estoy segura de que tarde o temprano se acabará regulando.
      Vivir en la ciudad puede ser también una ventaja, tienes acceso a un montón de recursos. Imagino que lo que te hará verlo como un inconveniente será el no tener un fácil acceso a la naturaleza pero aquí quiero lanzar algo de esperanza. En las ciudades también hay espacios dónde los niños pueden disfrutar del juego libre, ensuciarse y experimentar. Ellos no necesitan de un famoso parque natural o un lugar de estos que te dejan sin habla. Mira, sin ir más lejos, yo pasé mi infancia en Barcelona capital y como explico aquí:
      http://www.bosquescuelas.com/que-es-la-escuela-bosque/
      Pude disfrutar de juego libre 😉
      Un abrazo,
      Nitdia

      Responder
    • Sophie

      Hola! Muy buen articulo…
      Gracias por explicarlo todo en muchos detalles (así lo puedo compartir a los que me piden ma si formación)
      Nosotros también somos unschoolers, con 2 niños de 9 y casi 7.
      Vivimos en Barcelona… Y mira, me encanta Edinburg, así que igual algún día viviremos o viajaremos por allí…
      Un beso!

      Responder
  2. Sònia

    Hola bonica!!! Quin gust llegir-te… ho fas tot tannnnnn fàcil. Ets la meva heroïna!!
    Un post impressionant, com sempre.
    Gràcies per compartir!

    Responder
    • nitdia

      Gràcies a tu per llegir-me i dedicar-me unes paraules!
      Una abraçada

      Responder
  3. Luna

    Me gusta mucho tu enfoque y tu idea, pero me quedan dudas sobre el «unschooling» en educación secundaria, en la ESO de Cataluña, vaya. Ya que si sólo nos movemos en los intereses del niñ@ o cosas que vayan surgiendo tengo la impresión de que habrá cosas que no se enseñarán/aprenderán (y lo digo pensando en el currículum oficial), ¿No puede dificultar esto el acceso a un bachillerato/ciclo?

    Responder
    • nitdia

      Luna,
      Hoy por hoy, lo más fácil si un niño quiere hacer el bachillerato es que se incorpore en 4º de la ESO y no, no tiene porqué tener problemas. Mis hijos se sientan a veces a practicar Matemáticas (que es para mi, por sus formalismos, la signatura que puede resultar más complicada si luego uno quiere reincorporarse al sistema estándar). Tenemos libros, libros de texto, materiales manipulativos, etc… y de vez en cuando, cuando les apetece, se ponen a ello. Se que cuesta de creer cuando uno no lo ha vivido en primera persona pero cuando hay un interés, el niño no tiene problema en aprender. Mira, en estos momentos puedo decirte que el nivel de mi tercer hijo (7 años) está bastante por encima de la media (hablo sólo de matemáticas ehhh) mientras que el de mi segunda hija (9 años) está algo por debajo. A ella se le dan mejor otras cosas. Y no pasa nada. ¿Qué partes del currículo son las que te hacen sufrir? ¿Qué es lo que usas tu a diario de lo que aprendiste mediante tu educación secundaria?
      Todos tenemos una gran capacidad para aprender y si tenemos un interés, somos capaces de esforzarnos muchísimo. He oído de primera mano historias de adolescentes que deciden ir a por ello sin haber cogido nunca un libro de texto y en unas pocas semanas pasan exámenes. Mucha gente se saca la ESO en unos pocos meses (a partir de los 18 años) y nuestros hijos, con nuestro apoyo, encontrarán también la forma.
      Otro ejemplo personal. Mi hijo mayor (13 años) ha querido probar el instituto. Es largo de explicar pero para resumir, ha sentido una gran presión por parte de algunos componentes de su familia más cercana (en Catalunya) y ha decidido darle una oportunidad al instituto. No ha tenido ningún problema con los exámenes iniciales que le han hecho para situarlo en el nivel adecuado (aquí en Escocia las asignaturas de matemáticas e inglés tienen varios niveles en cada curso). No tengo claro que quiera seguir pasadas las Navidades porqué siente que está perdiendo su tiempo pero sí le ha ayudado a «saber seguro» que no se queda atrás si se queda en casa, más bien al contrario.
      Se que es difícil y da miedo confiar en nuestros hijos pero también se que hagamos lo que hagamos, nadie nos garantiza el éxito (¡y éste es muy diferente según a quien preguntes!).
      Cuando fui a la universidad, fue un momento muy importante en mi familia. Nadie había ido antes. Al final, por no saber cual era mi camino, me ha pasado lo que a muchos. Empecé una carrera. La dejé. Empecé otra. La acabé e hice dos máster y estaba en mitad de mi doctorado cuando me dí cuenta de que ese no era mi camino. Para mi, el que mis hijos puedan decidir por dónde quieren andar ya es todo un éxito y se que llegarán tan lejos como quieran.
      Te dejo una entrada dónde se habla específicamente de la incorporación a la secundaria:
      http://orca-alce.blogspot.co.uk/2016/06/como-consiguen-una-titulacion-los.html
      Un abrazo

      Responder
      • Luna

        Hola! Gracias por tu respuesta.
        En primer lugar creo que el unschooling o homeschooling te enseña tanto o más que la escuela, porque desgraciadamente el currículum te prepara poco para la vida real. Aún así me cuesta imaginarme un nivel similar en geografía, historia, biología, física… Entre un alumn@ de instituto y uno de unschooling. Me alegro de que para vosotros funcione 🙂

        Responder
      • Luna

        Gracias por tu respuesta! Me alegro de que a vosotros os funcione. Sigo con dudas sobre el nivel en física, biología, historia o geografía por ejemplo… Y aunque creo que el currículum te aporta poco para la vida real, es el «tubo» por el que hay que pasar si se quieren cursar estudios superiores (no tiene porque ser así). Y remarcar que creo que en casa se aprende tanto o más que en el cole 😉
        Un abrazo

        Responder
  4. Carmen

    Hola!! Gracias por tu artículo super interesante! Me gustaría saber más cosas concretas por ejemplo… Como vas introduciendo y a que edad lo de involucrarles en la compra, en que busquen y sumen lo que vamos a comprar para gastarnos X, mi peque cumplirá 5; tu en el ejemplo hablabas de comprar para un picnic pero y si tienes que hacer la compra de la semana, el no lee y números reconoce pero sumas… No creo. Gracias por compartir!

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    • Carmen

      Y lo de las tecnologías para que investiguen? Es que nosotros no usamos nada o casi nada el ordenador y iPad o tele delante de él…

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      • nitdia

        Respeto a nuevas tecnologías, cada familia adopta la postura con la que se siente más cómoda y no hay postura equivocada. Te explico la nuestra por si te sirve de ayuda.
        En Catalunya casi no mirábamos la tele pero aquí en Escocia, mirar la tele juntos nos ha ayudado mucho con el idioma. En casa, la tele es la tecnología más prescindible. Al ser la más pasiva, mis hijos no sienten casi interés por ella. Prefieren la tablet, que les permite ver lo que quieran cuando quieran. La tele la miramos únicamente en familia y para mi es un recurso más que nos lleva a muchas discusiones e investigaciones y nunca nos ha supuesto problema porqué nunca se han quedado pegados a ella.
        Respeto los ordenadores/tablets, nosotros consideramos que las nuevas tecnologías forman parte de nuestra sociedad y por ello queremos que nuestros hijos las investiguen si sienten interés. Sin las nuevas tecnologías no estaría hoy yo aquí escribiéndote y tu leyéndome. Sin las nuevas tecnologías no tendríamos el acceso a información que tenemos hoy en día. Han revolucionado nuestra sociedad, muchos de los trabajos de hoy en día no existían antes de este boom y puede que el día de mañana, aún tengan un papel más extenso. Hoy en día, para cualquier tipo de trabajo te piden unas habilidades tecnológicas que nos son casi innatas para los que hemos nacido en el boom de los ordenadores pero que son todo un calvario para los que llegaron antes. Es cierto que el ordenador y la tablet sí han resultado más conflictivos pero como he escrito ya otras veces, me sirven de indicador cuando algo no anda bien. Cuando tengo problemas para que uno de mis hijos suelte la tablet, es señal de que hay alguna carencia. Y esto no sólo es así para nuestros hijos, también para los adultos. Yo misma me encuentro a veces adicta a Instagram o Pinterest o leo noticias y artículos hasta las tantas de la madrugada o… Y todo ello me lleva a la desconexión. Lo mismo con mis hijos. Cuando siento que algo falla, hago revisión y generalmente se soluciona buscando más momentos de conexión con ellos, más actividades que les absorban.
        No te estoy diciendo que le compres mañana una tablet a tu peque y se la dejes a libre disposición (porqué con 5 años, sus necesidades son otras) pero si te digo que yo no tengo problema en usarla con mi hija de 4 años para saciar su curiosidad. Esta tarde mismo, cuando acabábamos de merendar, me ha preguntado cómo se hacen los ladrillos. Cómo no disponía de un libro con buenas imágenes para mostrárselo pues he usado el móvil y hemos mirado un vídeo en Youtube. Uno de cómo se hacen en las fábricas y uno de cómo se hacen a mano.
        Por otro lado, hay apps muy buenas. Programas y documentales súper entretenidos y educativos. Juegos con los que nuestros hijos pueden aprender muchísimo… Para mi se trata de encontrar el equilibrio. A mi hijo mayor por ejemplo le gusta mucho programar y lo digo claramente, ha aprendido gracias a Minecraft. Si, también hemos usado mucho Scratch pero si está ahora programando al nivel que está, es por Minecraft. Para poder entender mejor qué les podía aportar el juego, yo misma he aprendido a jugar y ahora lo más de lo más es que podamos jugar todos juntos un rato. En nuestra familia, nos pasamos muchas horas al al aire libre, muchas horas jugando y creando, muchas horas aprendiendo mediante la experiencia… pero las nuevas tecnologías tienen también su lugar. Los móviles/tablets son herramientas muy potentes y tu tienes que decidir cómo las usáis en vuestra casa. Lo más importante es que tu te sientas a gusto con las decisiones que tomes y seas lo suficientemente flexible para cambiarlas si hace hace falta.

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    • nitdia

      Carmen, la respuesta está en tu peque. Nosotros somos una familia muy extensa por lo que nuestros más pequeños reciben muchos estímulos de los más grandes. Puede que tu hijo no sepa aún leer ni escribir pero seguro que puede preparar una lista usando imágenes de lo que se tiene que comprar. O puede participar alcanzando todo lo que tenga que comprarse y guardándolo en el cesto o en el carro. Colocándolo luego en la cinta para pagar, guardándolo en las bolsas y luego en casa. Podemos involucrar a nuestros hijos tanto como ellos sean capaces. Podemos dejar que formen parte de nuestro día a día desde el primer momento.
      También puede que tu hijo no lleve bien el estar en el supermercado, que la sobrecarga de estímulos le ponga nervioso. No es problema tampoco, seguro que puede participar en muchas otras actividades. Creo que nos equivocamos cuando pensamos en la edad para tal o para cual, creo que funciona mejor el preguntarse ¿siente mi hijo interés? ¿creo que puede aceptar el reto? Generalmente vamos con muchas prisas y no les dejamos participar casi en nada. Muchas veces llegan a la edad de tu peque y son incapaces de vestirse o calzarse. Antes de preocuparse por las letras, prefiero centrarme en su autonomía. En que puedan ayudar a cocinar, a recoger… cuando son tan pequeños (y no hay hermanos mayores en casa que se los lleven hacia otras actividades) ellos participan de buen gusto en todas las tareas típicas del hogar y desde mi punto de vista, esto les ayuda a desarrollar sus destrezas básicas.
      Otro punto muy importante (y que remarcaré en tu siguiente comentario) es la importancia de la exposición. Si nuestros hijos no están expuestos a la lengua escrita, no podrán aprender a escribir. Puede que por seguir una pedagogía específica (Waldorf por ejemplo) hayas decidido no exponerlos a la lengua escrita antes de los 7 años. La verdad es que NO debe ser un gran problema, es una edad en que la mayoría de niños tiene la madurez necesaria para la lectoescritura. En nuestra casa pero, preferimos exponerles desde el principio. Hemos visto niños muy pequeños interesarse por las letras de un cartel en la calle, por lo que escribe tal persona… yo siento que si tienen interés, no puedo negarme. Yo leo a diario y también les leo desde el primer día. Mis 3 hijos mayores han aprendido a leer entre los 4 y los 6 años (leen en catalán, inglés y español). La pequeña tiene 4 y de momento no lee pero si reconoce muchas letras (y hace las listas de la compra con dibujos e iniciales). Conozco muchas familias con niños que no han mostrado interés por la lectura hasta los 8-9 años. Depende mucho del pequeño y del interés que pueda sentir por la lectura pero lo que tengo claro es que a mayor exposición, mayor interés.
      En el mismo sentido pero de forma más amplia, para que nuestros hijos desarrollen destrezas, debemos exponerles y darles la oportunidad de interactuar. Se que es mucho más fácil/rápido tener al peque sentadito en la sillita del carro del súper, pero así le robamos tantas oportunidades… Ya ves, podríamos decir que mi mayor truco de crianza es tener paciencia y moverme a ritmo de niño en lugar de al ritmo frenético de nuestra sociedad. Y cuando digo a ritmo de niño, quiero decir al ritmo de cada niño, de forma individual.

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  5. Merche

    Me ha encantado todo el texto, es realmente inspirador. Mis hijas de 3 años y medio y 20 meses van a una escuela alternativa y estamos muy contentos, pero los miércoles que no hay cole, estamos las tres en casa y es un caos. Me explico: vivimos en Francia y hay unos horarios que son totalmente incompatibles con un día de una familia española Me gusta que, para un día que no hay que levantarse con prisa, desayunar con prisa y salir pintando para llegar al cole, podamos hacer las cosas a nuestro ritmo: las dejo levantarse cuando se despiertan, desayunamos tranquilas, nos vestimos, y conseguimos estar preparadas a las 11:30. Pero a las 12 cierra todo lo que podemos hacer por la mañana! La ludoteca, la biblioteca, los teatros para niños tienen la sesión a las 10… No llegamos a nada. No pasa nada, comemos pronto, pero son pequeñas y hacen siestas largas aún. Se despiertan entre 4-4:30. Hay que merendar, pises, salir de casa… Y a las 6 ya está todo cerrado otra vez… ¡Tampoco lo hemos conseguido! ¿Cómo haces para respetar sus ritmos y conseguir adaptarles al ritmo de la sociedad en la que vivimos? Imagino que en Edimburgo los horarios son parecidos a aquí. Yo me frustro un montón, me da la sensación de que no disfrutamos de todo lo que se nos ofrece y al mismo tiempo no quiero estar todo el rato pendiente del reloj para poder llegar a los sitios al menos una hora antes de que cierren. Porque nos ha pasado de llegar cuando ya están recogiendo la ludoteca y claro, una vez que han conseguido llegar, quieren poder jugar un poco

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    • nitdia

      Hola Merche,
      Si, aquí en Escocia los horarios son como en Francia o peor, por la tarde se cierra a las 4:30-5 (excepto las grandes superficies que abren los 365 días al año hasta muy tarde) y a nosotros también nos costó mucho al principio. Yo te propondría que te preguntaras si crees que tus hijas realmente necesitan hacer actividades con horarios el único día que tenéis libre entre semana. Lunes, martes, jueves y viernes el reloj marca vuestros días, ¿porqué no dejar el miércoles libre de horarios? Hay muchas actividades que pueden hacerse de forma más flexible pero aquí te propondría también que les dejaras a ellas decidir. ¿Que os gustaría hacer el próximo miércoles? ¿Queréis ir al zoo o a la ludoteca? ¿Os apetece estar en casa o ir al parque? Si te parece demasiado arriesgado dejarles escoger a ellas, puedes dejarles escoger entre cierto número de opciones que a ti también te parezcan bien pero yo no tendría miedo a dejarles hablar. Así podrás conocer mejor sus intereses y si luego hay algo que no puede ser, pues les explicas porque no puede ser. Si deciden que quieren ir a la ludoteca, les explicas que sólo se puede ir de tal a tal hora por lo que tendréis que salir de casa a tal hora. Entonces planea la mañana teniendo en cuenta la hora en que queréis salir y teniendo en cuenta el tiempo que tus peques requieren para ponerse en marcha. Si al final llegáis tarde igualmente, es también un aprendizaje, el próximo día intentaremos llegar antes. Yo se que para salir con mis 4 hijos, necesito al menos 2 horas y lo tengo siempre en cuenta. Además, los recorridos se hacen en el doble de tiempo que si los hiciera sola (¡aunque se vaya en coche! siempre hay imprevistos y necesidades a atender). Ahora, después de mucho tiempo yendo a su ritmo, les puedo pedir de forma excepcional que nos arreglemos en media hora (porqué llegamos tarde al médico o por lo que sea) pero ellos saben que será algo puntual y mañana podrán volver a su ritmo.
      En realidad, esto puedes aplicarlo cada día. Si en lugar de intentar adaptar nuestros hijos a nuestro horario adaptamos nuestro horario a nuestros hijos, es mucho más fácil. Si se tiene que llegar al cole temprano, os podéis levantar antes para que no haga falta correr. Para ello puede que haga falta acostarse antes y puede que al principio cueste pero no hace falta forzar la situación, si van cansados en unos días ellos mismos se autoregularán (¡si pasan los meses y no se regulan, hablamos de nuevo e investigamos en profundidad qué puede estar pasando y qué se puede hacer!).
      Y nada, ya me dices si te ayuda en algo todo lo escrito.
      Un abrazo

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      • Merche

        Muchas gracias por tu respuesta y tus ideas. Tienes razón, quizás para un día que podemos hacerlo todo tranquilamente, me agobio demasiado con querer hacer algo. Ayer fue miércoles y como están las abuelas en casa, y hacía mucho frío, nos dedicamos a jugar. Y eso también es importante, redescubrir los juguetes que llevaban meses en el armario, hacer dibujos (hoy he visto el de la mayor y he flipado!!) y estar juntas. Pero lo de los horarios aún lo llevo fatal. Quizás es necesario cambiar para poder acompañarlas en esa autorregulación: ya no cenamos dos platos, aunque el papá se queje un poco de que tiene hambre, pero así al menos las cenas no se eternizan y podemos ir a dormir más temprano… Nos queda tanto por aprender de ellos y con ellos, verdad?

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  6. Aprendemos con mamá

    El cole público almenos por mi zona que soy de cerca de bcn están haciendo unos recortes terribles y encima casi no hay plazas, que más que natalidad,necesitamos mas colegios que hay mucha irresponsabilidad… de todas formas el sistema educativo español es una catástrofe, no me gusta nada, me desconcierta y me agobia pero en este país casi no hay opciones… pareceré antisistema pero bueno, quien leea mucho y vea poco la tv tan de acuerdo no puede estar con el sistema actual….
    En los colegios concertados con todo lo que implica de gastos y más siendo familia numerosa puedes llegar a los diez mil y pico de euros al año, así que barato no es, y enseñar en casa seguro que es más económico porque se controla lo que se compra y el dinero no se pierde en ningún sitio.
    A mí me parece genial lo que hacéis, creo que todos deberíamos aprovechar esa libertad de escoger él como y cuándo, no hace falta ponerse tantos obstáculos ni tener que seguir al «rebaño» para ser bien visto.

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    • nitdia

      Te entiendo perfectamente y coincido contigo. Yo me he criado y he vivido media vida en Barcelona capital y aunque llevemos 4 años en Escocia, seguimos teniendo familia y amigos en Catalunya y España y sabemos como andan las cosas. Me gusta mucho lo de «pareceré antisistema». Yo misma me considero de lo más normal del mundo y mírame, sin darme cuenta, siguiendo mis instintos, me encuentro en una situación que a muchos les parece de lo más radical. Pero nada, que aquí en casa de radicales no tenemos nada, simplemente creemos que el sistema educativo debería reformarse profundamente para ser realmente de utilidad.
      A veces pero, es difícil el seguir tu sentido común y no seguir rebaño alguno. Por un tiempo yo misma sentía que no encajábamos en ningún lugar, parecía que todo debiera ser o blanco o negro y nosotros abrazábamos los grises… La mayoría llevamos muy arraigado lo de complacer a los demás (sean estos una entidad concreta o abstracta) y aunque empecé a andar mi camino muy joven (cuando dejé la universidad la primera vez, con 20 años, para tener a mi hijo mayor) me ha costado mucho romper con la idea de los juicios y el escuchar de verdad lo que llevo dentro. Ahora el sentido de pertenencia a tomado una dimensión mayor y no me importa que ni los de aquí ni los de allá hagan/dejen de hacer lo mismo que nosotros.
      Un abrazo

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  7. MPaz

    Gracias Nitdia. Siempre aportas mucho, es un placer leerte y aprender de tu experiencia que compartes.

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    • nitdia

      Gracias a ti por tus palabras! Un abrazo

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  8. Liz

    Hola! Muy interesante tu experiencia. Yo te quiero preguntar cómo le haces en un país extranjero para aprender su idioma. Es decir, cuando llegaron ustedes a Escocia, cómo le hiciste para que tus hijos aprendieran el ingles. Gracias!!

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    • nitdia

      Liz, al principio fue una cuestión que nos preocupó también mucho y, de hecho, acabamos matriculando los dos mayores en el colegio aquí en Escocia precisamente por este miedo. A las pocas semanas nos dimos cuenta de que no era lo que necesitábamos e iniciamos los trámites para sacarlos del cole. Los dos pequeños nunca han ido al colegio aquí y la verdad es que ni ellos ni los hermanos mayores han tenido problema con el idioma. La idea es que educar en casa no quiere decir quedarse en casa todo el tiempo. En realidad, nosotros pasamos más tiempo fuera que dentro por lo que estamos constantemente expuestos al nuevo idioma. Se que cuesta de imaginar pero cuando vas a hacer actividades y todo el mundo habla en inglés, vas a la biblioteca y los libros están en inglés, miramos una peli en casa y lo hacemos en inglés… los niños lo absorben y un día empiezan a hablarlo. En mi caso yo si que hablaba bien el inglés antes de llegar e imagino que esto también ayuda (al principio leía cuentos en inglés y los iba traduciendo, lo mismo cuando mirábamos la tele…)

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  9. María

    Me ha encantado el artículo y tengo una visión del aprendizaje y la familia parecida a la tuya en bastantes aspectos. Gracias.

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    • nitdia

      Me alegro mucho María! es bonito saber que compartimos 😉

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  10. Yesica

    Hola soy de Argentina, estoy tratando de incorporar esta forma, pero como mencionas en el artículo, lo estoy haciendo yo primera y desde cero. Soy ama de casa, solo termine el secundario, tengo tres hijos, una niña de 6 (q va a la escuela) y dos varones de 2 y 1 año. Estoy interiorizandome en el tema de Educar en casa, leyendo artículos, conociendo historias, vivencias… etc.
    Muy claro tu artículo e interesante, me surgen muchas dudas y temores. Por ejemplo, como podria empezar? No teniendo una carrera universitaria, podria hacerlo? Cual es la diferencia entre homeschooling y unschooling? Bueno, y asi, me surgen muchas mas, pero creo que sobretodo son inseguridades mias.
    Espero tu respuesta y desde ya muchas gracias. Saludos!

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    • nitdia

      Yesica, en mi artículo sobre homeschooling, te hablo un poco sobre las diferencias. Te dejo aquí el enlace:
      http://nitdia.com/homeschooling-unschooling-y-pedagogias-alternativas/
      Para empezar, te dejo también este enlace:
      http://nitdia.com/project/como-ser-madre-de-4-y-no-morir-en-el-intento-5-trucos-de-crianza/
      No hacen falta carreras universitarias para acompañar a nuestros hijos durante el aprendizaje autónomo. Solo hace falta tener la mirada adecuada para reconocer de qué formas puedes enriquecer su experiencia. Un día será buscando unos libros de un tema determimado (el que interese tus hijos), otro día será yendo a visitar un mueseo o una empresa de telecomunicaciones o buscando alguien que ofrezca clases particulares de piano o… hacia donde vayan los intereses de tus hijos. Educar en casa no significa que tu debas ser la única fuente de deonde salgan todos los conocimientos.
      Un abrazo

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  11. Janice Baez

    Es impresionante su artículo. Yo soy madre de 8 niños. El mayor tiene 15 la menor tiene 8. Son 5 niñas y tres niños. Hace 3 años que son educados en el hogar. Nosotros también hemos pasado por fases de prueba y error, muchas. Debo decir la más que disfrutamos fue «unschooling» ni siquiera recuerdo por qué volví atrás, tal vez las influencias, inseguridades que siembran otros en uno mismo, miedo de que no estarían aprendiendo lo necesario. Yo misma he comprobado que en casa es un fracaso total y frustrante hacer un sistema estructurado semanal para las académicas o bien mensual, es decir : tales días español, matemática, ciencia, tales días sociales, inglés etcétera, es frustrate para ellos y también para mí y esto hace que no haya cooperación, hay desánimo etcétera. Ahora puedo ver la diferencia cuando en vez de seguir el sistema, clásico, Charlotte Mason o Tradicional, se puede decir que estuvimos en unschooling. No había un calendario de materias por día obligatorio, no un que tanto hay que cubrir este mes, que se supone que sepan a esta edad etcétera, no sentía presión como la siento ahora. El día fluía al natural, las matemáticas surgían jugando al mercado, o un bingo de matemáticas, la ciencias por algo quita hubieran visto en TV y querían profundizar, gramática por naturaleza con la lectura, aunque odian leer sin embargo yo soy adicta a la lectura, ellos no. Es decir todo fluía tan natural sin presiones, sin frustración. Mis hijos mayores (una nena de 14 y un nene de 15) están haciendo estudios en línea y aunque van bien tramiten les frustra el hecho de el 99.5 % de material que no les interesa, que ell o si toman por inservible y sienten obligados a aprendera en historia, gramática repetitiva, etcétera y cantidad de exámenes. Con ellos ya es más confusa las cosas. Aquí para asistir a universidad o institutos de estudios posteriormente grados asociados deben tener un college board y o diploma obligatorio de escuela superior 4to año y creo en esa parte es que nos hemos sentidad más presionados y por esto están haciendo estudios Online para obtener su diploma, pero hablando honestamente, más de lo que es la mitad dela currículo lo están haciendo contestando exámenes y pruebas con módulo abierto o contestando aparte para luego llenar exámenes y obtener nota, porque no es para nada su interés y demasiadas cosas innecesarias. Su artículo me ha sacado de muchas interrogantes.

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  12. Lina de Bolívar

    Hola, muchas gracias por compartir esta información. Te cuento, tengo dos niños uno de casi 3 años y una de 18 meses, y me estoy planteando e investigando esta modalidad. Me encanto que con lo poco que he buscado hay muchas mamás que llevan esta modalidad, lo cual me motiva más y me hace sentir acompañada. Pero tengo muchas dudas, la primera es cómo empezar, o sea, debo hacer algún cronograma, donde busco las actividades que deben hacer según su edad, que materiales debo tener.
    Bueno estás son algunas, espero puedas ayudarme.
    Nuevamente te agradezco mucho por contar tu experiencia y me da mucho ánimo para seguir.
    Saludos
    Lina

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  13. martin

    Hola, soy Martín.
    Junto a Meli hacemos unschooling con Olivia (11) y Sato (8)
    ¿Cómo puedo contactarme contigo para hacerte unas consultas?

    Responder
    • martin

      Es en función de un proyecto sobre el que estoy escribiendo.
      Muchas gracias

      Responder

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