Hay días que simplemente pasan. Antes me hacían sentir mal. Pasaban las horas y yo me preguntaba ¿qué he hecho hoy? ¿nada? Ahora los disfruto. Miro por la ventana y veo los pájaros posados sobre los tejados nevados. Miro a mi alrededor y trato de capturar esos pequeños instantes que a menudo pasan demasiado rápido.

Llega el anochecer y si, no he hecho nada para mis proyectos personales/profesionales pero he hecho mucho para con mi vida. Y resulta que, aún no habiendo hecho, también he hecho para los primeros pues a veces la mejor forma para avanzar es desconectar.